Argentina pone en libertad a los últimos tripulantes del avión venezolano-iraní retenidos por 4 meses

La justicia de Argentina ordenó la liberación este viernes de cinco tripulantes de un avión venezolano-iraní que ha estado desde hace cuatro meses bajo investigación por posibles vínculos con el terrorismo.

El juez federal Federico Villena autorizó la salida del país de los últimos ocupantes del avión de un grupo de 19 personas -5 iraníes y 14 venezolanos- que el 6 de junio pasado ingresaron a Argentina en una aeronave Boeing 747 de la compañía Emtrasur.

«Tuve que tomar una decisión, porque la Cámara Federal de La Plata (provincia de Buenos Aires) me dio un plazo determinado para resolver la situación y no tenía pruebas suficientes como para procesarlos. Tuve que dictar la falta de mérito», le dijo Villena a la agencia Efe.

El magistrado consideró que no existió evidencia suficiente para procesar a los tripulantes del avión por el delito de financiación de actividades terroristas.

Los beneficiados de la medida fueron el piloto Gholamreza Ghasemi, el capitán de vuelo Abdolbaset Mohammadi, el ingeniero de refuerzo Saeid Valizadeh y los ejecutivos de la empresa venezolana Víctor Manuel Pérez y Mario Arraga Urdaneta.

Eran los últimos de la tripulación de 19 personas.

El pasado 16 de septiembre fueron liberados 12, mientras que dos más recibieron el beneficio el pasado 30 de septiembre.

El avión perteneció a la empresa iraní Mahan Air y actualmente está en manos de Emtrasur, filial del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), ambas sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

«Tenemos elementos que nos permiten sospechar que existe financiamiento, pero no los suficientes como para dictar un procesamiento. Por eso la ‘falta de mérito’, que es una decisión intermedia», agregó el juez Villena.

El origen del problema

El Boeing 747 había arribado a la capital argentina el 6 de junio, y dos días más tarde tenía previsto ir a Montevideo, pero Uruguay le denegó acceso a su espacio aéreo, por lo que debió regresar al aeropuerto argentino, donde fue incautado luego de quedar varado por falta de combustible.

Desde entonces, la justicia argentina investiga si el avión fue utilizado para realizar actividades sospechosas.

Estados Unidos, que impuso sanciones a Mahan Air por sus presuntos vínculos con la Fuerza Quds, un poderoso brazo paramilitar de élite del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC), le pidió al país sudamericano que retuviera la aeronave.

Además de analizar los vuelos que realizó el avión de carga, también se investiga por qué en el vuelo de Emtrasur viajaban cinco ciudadanos iraníes y por qué la tripulación era presuntamente mucho mayor a la requerida.

Según la empresa venezolana, los iraníes son instructores de vuelo.

Aunque a los tripulantes se les retiraron los pasaportes, fueron puestos bajo retención y se analizaron sus celulares y computadoras, no hubo presentación de cargos.

Sin embargo, la resolución del juez Villena no los considera libres de imputaciones.

«Señálese que el auto por el que se decreta la falta de mérito para procesar o sobreseer no supone la conclusión de la causa, ni de la investigación. Permite que el magistrado continúe la labor instructoria y pueda modificar tal situación», explica la resolución del juez a la que accedió Efe.

Esto significa que, si más adelante se cuenta con elementos probatorios, se emitirá una alerta de captura internacional para que los sospechosos sean indagados nuevamente.

Un problema en ese caso sería que tanto Venezuela como Irán no admiten la extradición de sus ciudadanos.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, había criticado fuertemente los procedimientos de la justicia argentina por petición de Estados Unidos.

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