Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) alcanzaron un acuerdo por el que el organismo multilateral desembolsará 4.700 millones de dólares para que el país sudamericano haga frente a los próximos vencimientos de deuda y que servirán para apoyar «los fuertes esfuerzos políticos» del Gobierno de Javier Milei.
Ambas partes confirmaron el miércoles que se llegó a un acuerdo a nivel de staff (‘staff level agreement’), que deberá ser aprobado por el Directorio Ejecutivo, y que, tras las «nuevas metas» presentadas a finales de enero, permitirá el desembolso de casi 4.700 millones de dólares (3.500 derechos especiales de giro, DEG).
El comunicado, que usa un tono más duro de lo habitual, resalta que «el programa se desvió gravemente» y que «no se alcanzaron las metas de finales de septiembre en materia de déficit fiscal primario y los datos preliminares sugieren que las metas de fin de año se incumplieron por un margen aún mayor», en alusión a la Administración del peronista Alberto Fernández (2019-2023).
También recuerda el FMI en su texto que no «se cumplieron los objetivos de reservas internacionales netas, con desviaciones con respecto al objetivo de fin de año de alrededor de 15.000 millones de dólares» antes del 10 de diciembre, cuando comenzó el Gobierno del economista libertario Javier Milei.
Por ello, el Fondo apoya «los fuertes esfuerzos políticos de las nuevas autoridades para restaurar la estabilidad macroeconómica» y así poder ayudar a Argentina «a satisfacer sus necesidades de balanza de pagos».
Tras la confirmación del acuerdo, el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Santiago Bausili, ofrecieron una rueda de prensa en el Palacio de Hacienda.
En ella, el titular de la cartera negó que se tratase de «un acuerdo nuevo», sino que el Ejecutivo intentó «reflotar» el ya existente porque lo otro «hubiera implicado mucho mayor tiempo», de manera que «la alternativa más viable» fue «conseguir la plata (dinero) para pagarle al Fondo y lograr reflotar el acuerdo para garantizar que no va a haber sobresaltos en los próximos cuatro meses».
Caputo indicó que el FMI estaría abierto a la posibilidad de un nuevo acuerdo, pero, dijo, el Ejecutivo cree que «es hora de que el país resuelva sus problemas financieros solucionando sus problemas estructurales de fondo, que es su adicción al exceso de gasto público».
«Tenemos plena confianza en que las medidas que estamos tomando nos van a conducir por el camino correcto y, la verdad, hoy sentimos que es lo mejor para los argentinos», aseveró.
SEMANA DE REUNIONES
Un equipo cercano a Milei ya se reunió con representantes del FMI cuando este viajó a Washington el pasado 28 de noviembre, tras su elección como presidente, pero fue durante el periodo de transición y en ese encuentro no participó el líder de La Libertad Avanza (ultraderecha).
Desde el pasado fin de semana, el equipo del FMI, integrado por el subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo, Luis Cubeddu; el jefe de la misión en Argentina, Ashvin Ahuja; y el representante del FMI en el país, Ben Kelmanson, mantuvo reuniones con el Gobierno argentino con la idea de desembocar en algún tipo de acuerdo.
Este acuerdo sellado concluye la séptima revisión -que estaba prevista para después de la segunda vuelta electoral, celebrada el 19 de noviembre- del programa de facilidades extendidas firmado con la entidad en marzo de 2022 para refinanciar la deuda contraída en 2018 durante el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019) por unos 45.000 millones de dólares.
La octava de las 10 revisiones previstas tendrá lugar en mayo, confirmó el ministro de Economía.
Según el comunicado conjunto, el FMI valora que la nueva Administración «ya está implementando un ambicioso plan de estabilización, basado en una gran consolidación fiscal inicial, junto con acciones para reconstruir las reservas, corregir desajustes de precios relativos, fortalecer el balance del banco central y crear un sistema más simple, basado en reglas y orientado al mercado».
Todo ello después de heredar «una situación económica y social excepcionalmente desafiante, con desequilibrios macroeconómicos crecientes que reflejan principalmente políticas inconsistentes y expansivas, especialmente durante los últimos trimestres del año pasado», señala el organismo liderado por Kristalina Georgieva, que raras veces hace valoraciones políticas.
En este contexto, afirma el FMI, Milei y su equipo económico actuaron «con rapidez y decisión».
Argentina afronta severos desequilibrios macroeconómicos, que incluyen, además de la falta de reservas, déficit fiscal y una elevadísima inflación, cuyo dato de diciembre se conocerá este jueves pero que, probablemente, cierre 2023 muy cerca del 200 por ciento.