Un estudio reciente examinó el impacto de la pandemia en este grupo y encontró que afectó su salud mental y aceleró su maduración cerebral.
La pandemia ha tenido afectaciones importantes en todo el mundo. Según ADIPA, una de las principales consecuencias del COVID-19 han sido los problemas de salud mental que han afectado transversalmente a la población.
Sin embargo, hasta ahora, poco se había estudiado acerca de las afectaciones al neurodesarrollo de los niños, en especial, el de los adolescentes.
En este sentido, un estudio publicado en Biological Psychiatry Global Open Science, analizó los efectos de la pandemia de COVID-19 en este aspecto, encontrando interesantes resultados.
El principal de ellos, fue que debido a esta crisis sanitaria que nos afectó transversalmente, la maduración cerebral de los adolescentes se aceleró.
El estudio
El estudio contempló a un grupo de 163 jóvenes estadounidenses de entre 12 y 14 años, los que ya formaban parte de otro análisis que se estaba llevando a cabo con ellos (estrés en la psicobiología en los primeros años de vida).
Anteriormente, se les había invitado a realizar evaluaciones de seguimiento cada dos años, pero las cuarentenas interrumpieron las evaluaciones en persona. Con ello, se crearon dos submuestras emparejadas a partir de esta cohorte, utilizando datos de antes de la pandemia (pre-COVID-19) y después del final de la cuarentena en la ciudad de San Francisco.
En concreto, los jóvenes se emparejaron en función de la edad y el sexo. Tras ello, los investigadores analizaron diferentes variables, tanto ligadas a salud mental y desarrollo cerebral.
Los resultados de las diferentes pruebas identificaron diferencias significativas en la salud mental entre los grupos pre y post pandemia, sin importar el grupo etario. Las pruebas sugirieron que los adolescentes post pandemia sí tenían síntomas más graves de ansiedad y depresión.
La prueba sobre métricas cerebrales mostró diferencias significativas entre los adolescentes pre y post pandemia.
Por un lado, los adolescentes pre pandemia tenían un menor grosor cortical y mayores volúmenes bilaterales de hipocampo y amígdala. Por otro lado, los adolescentes post pandemia tenían una edad cerebral superior a la de sus compañeros pre pandemia.
¿Qué significa esto?
Todo esto señala que tras vivir la pandemia, los adolescentes analizados generaron características neuroanatómicas, típicamente observadas en individuos mayores o aquellos que experimentaron adversidad en la infancia.
Científicamente, el grupo post pandemia mostró un adelgazamiento cortical avanzado y mayores volúmenes de amígdala e hipocampo, lo que indica una maduración cerebral acelerada (los adolescentes tienen una edad cerebral correspondiente a la de un adulto).
En conclusión, la pandemia COVID-19 afectó a la salud mental de los adolescentes y aceleró su maduración cerebral. Estos resultados tienen implicaciones potenciales para los investigadores que analizan datos longitudinales de estudios de desarrollo normativo interrumpidos por COVID-19.
Las investigaciones futuras deberán determinar si estas neuro alteraciones son cambios temporales o estables que caracterizan a la generación actual.