Representantes de Ministerios de Salud de tres países de América Latina y el Caribe presentaron sus experiencias en el manejo de la pandemia del COVID-19 en un panel convocado por la Organización Panamericana de la Salud y Health Systems Global. El evento, que se desarrolló en el marco del 7º Simposio Mundial sobre Investigación en Sistemas de Salud, contó con la moderación de Daniel Maceira, miembro de la junta de HSG y comentarios finales de James Fitzgerald, director de Sistemas y Servicios de Salud de la OPS.
Durante el conversatorio, Sonia Tarragona, jefa de gabinete del Ministerio de Salud de Argentina, dijo que la respuesta a la pandemia demanda una acción global coordinada, transparente, basada en la evidencia científica y la solidaridad global y regional. Subrayó que para ello se requiere del esfuerzo de todos los actores del sistema sanitario, organismos internacionales y regionales, gobiernos, sector privado y sociedad civil. En el actual escenario, las vacunas, medicamentos y demás tecnologías sanitarias constituyen elementos esenciales del derecho a la salud, que deben ser entendidos como Bienes Públicos Globales por la comunidad internacional, sugirió.
De otra parte, Alexander Solís Delgado, presidente de la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias de Costa Rica, mencionó como lecciones aprendidas tres líneas concretas: la gobernanza multinivel aplicada e integrada a la gestión del riesgo, en la que se incluyen el rol del gobierno y la articulación con el sector privado; la comunicación de riesgo en la cual se debe fortalecer la comunicación desde las comunidades y aclarar las preocupaciones o dudas de la población; y, por último, considerar la preparación para escenarios cambiantes con impacto sistémico.
Entre tanto, Eddy Pérez-Then, asesor especial del Ministerio de Salud Pública de República Dominicana resaltó la necesidad de considerar las alianzas público-privadas para la efectividad en la mitigación del impacto de la pandemia. Asimismo, la conveniencia de convertir la crisis humanitaria y sanitaria en una oportunidad de mejora gerencial y clínico-epidemiológica de los sistemas de salud, y de mantener los servicios de salud virtuales ante la amenaza de una nueva pandemia.
En el panel se observó un consenso sobre la importancia de establecer un frente de acción integrado para invertir en sistemas de salud resilientes y de abordar la problemática desde la perspectiva de la determinación social con un acuerdo intersectorial que busque mejorar las condiciones de vida de las poblaciones.
A partir de la voz expuesta por los representantes de los Ministerios, Fitzgerald reconoció las implicaciones de la pandemia en los sistemas de salud, principalmente, en la implementación de innovaciones, las capacidades de recursos humanos, la salud digital y la articulación público-privada en acciones como diagnósticos y aplicación de las vacunas. Entre las perspectivas a futuro destacó la transformación basada en la atención primaria, el fortalecimiento de las redes de servicios, la gobernanza y las funciones esenciales de salud pública, así como una mejor articulación entre salud y protección social.
La OPS, ratificó su compromiso de trabajar con los tomadores de decisiones y la comunidad científica de los países para generar, promover y difundir evidencia e inteligencia que puedan transformar los sistemas de salud y mejorar la salud de la población.
