Es común hablar de esta técnica que permite lograr que otros realicen acciones que no querrían normalmente. La especialista Alejandra Goñi, comenta sobre su uso en infantes.
La técnica de psicología inversa, muy conocida gracias a su mención en libros, series y películas, permite a una persona lograr que otra haga cosas que normalmente no quisiera hacer, ordenándoles lo contrario.
Comúnmente se asocia el uso de esta técnica con niños, ya que son más vulnerables a manipulaciones mentales. ¿Es realmente cierto esto?: “Efectivamente. Este tipo de recursos son de mucha utilidad para padres de pequeños entre dos y tres años especialmente, ya que esa es la edad en donde experimentan un proceso de rebeldía, en donde se niegan a realizar varias cosas”, expresa Alejandra Goñi, psicóloga titulada de la Universidad Adolfo Ibáñez.
De igual forma, la especialista establece que hay ciertos criterios que aplicar a la hora de utilizar esta técnica. No siempre será el momento adecuado para recurrir a ella.
Psicología inversa: Definiciones y usos
Conocida también como técnica de intención paradójica, este método permite que una persona que no quiere realizar una acción, la termine haciendo cuando otro interlocutor le ordene hacer precisamente lo contrario.
La rama que estudia esto se denomina psicología conductista y establece que quienes son más vulnerables frente a este tipo de técnicas son los niños, ya que se encuentran en un proceso de desarrollo y suelen ser más permeables.
Uno de los videos virales que se han hecho más famosos relacionados a esto, es el de un niño argentino que pretende salir de paseo en auto, mientras el padre le dice repetidas veces que saldrán caminando. Finalmente la disputa entra en un caótico “si-no”, en donde el padre de un momento a otro dice “si” (sí, vamos en auto), a lo que el niño responde “no” y terminan yéndose a pie.
Sin embargo, ¿es tan simple como se ve en el video? Todo indica que hay momentos más fáciles de usar esta técnica y otros más complejos.
Útil en la etapa de rebeldía de los hijos pequeños
Según comenta Alejandra Goñi, cuando más resulta útil la psicología inversa es cuando los niños de dos o tres años están viviendo su etapa de rebeldía: “Este proceso es algo así como una pequeña adolescencia, en donde el niño está definiendo progresivamente su identidad, por lo que intentan permanentemente reforzar su autonomía tratando de hacer las acciones que ellos quieren”, explica.
¿Cuándo se manifiestan más este tipo de actitudes? Todo dependerá del niño, pero normalmente surgen cuando los padres les ordenan hacer ciertas tareas cotidianas importantes como bañarse, lavarse los dientes, ir a dormir, comer, entre otras actividades.
Es normal que durante esta etapa los infantes quieran determinar su propio rumbo, por lo que en repetidas ocasiones expresarán un “no” como respuesta a sus padres. De todas formas, es una actitud que no es generalizada para todos los niños, ya que se manifiesta en diferentes grados.
¿Cuándo utilizar la psicología inversa con los hijos?
Es importante saber que no siempre se debe utilizar esta técnica con los niños, ya que además de que el método perderá eficacia con el tiempo, no se deben coartar todas las acciones de los pequeños en proceso de desarrollo de la personalidad. Los hijos deben tener ciertas libertades y algunas restricciones definidas, comentan los especialistas.
“Los momentos más indicados para recurrir a este tipo de intervenciones es cuando los padres mantienen una relación ciertamente alterada con sus hijos, lo que sucede cuando estos tienen rabietas o manifiestan comportamientos agresivos. Sin embargo, nunca hay que abusar de este método”, señala Alejandra Goñi.
La especialista chilena es clara en afirmar que no hay que olvidar que esta técnica se basa en el engaño, por lo que no es bueno utilizarla excesivamente. Las relaciones entre padres e hijos deben ser transparentes todo el tiempo, aunque si no hay forma de controlar la actitud de un niño es conveniente recurrir a este tipo de recursos.
