Medios alemanes aseguran que Venezuela sentirá los efectos de las sanciones contra Rusia

Esta semana la prensa alemana se refiere a cómo las sanciones contra Rusia ponen en apuros al Gobierno de Venezuela, y a la manera algo reticente en que Cuba apoya a Rusia en su invasión de Ucrania.

El matutino alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung, de Fráncfort del Meno, escribe sobre las repercusiones que tienen actualmente en Venezuela las sanciones impuestas a Rusia por la guerra iniciada por Vladimir Putin en Ucrania: «Nicolás Maduro debe estar bastante preocupado. Si bien la guerra de su homólogo ruso, Vladimir Putin, contra Ucrania está lejos de Venezuela, las consecuencias de las sanciones se harán sentir en el régimen socialista de Caracas. Rusia se ha convertido en un importante punto de trasbordo para Venezuela. Maduro utiliza el sistema bancario ruso para esquivar las sanciones estadounidenses y poder seguir exportando petróleo y también grandes cantidades de oro. Caracas necesita divisas para, a su vez, poder importar alimentos y otros bienes para Venezuela. Por eso, la exclusión de Rusia del sistema financiero internacional pondrá al gobernante venezolano en problemas aún mayores, según economistas.

Ya bajo la presión de las sanciones impuestas por EE. UU. -que, entre otros, están dirigidas a empresas venezolanas estatales y a instituciones como el Banco Central de Venezuela- la petrolera estatal PdVSA trasladó su filial europea de Lisboa a Moscú. Desde entonces, todas las operaciones financieras concernientes a las exportaciones de petróleo y oro venezolanos se manejan desde Moscú, cuando antes se desarrollaban directamente a través del Banco Central. De ese modo fue relativamente fácil esquivar las sanciones de EE. UU. Pero a partir de la exclusión de los bancos rusos del sistema financiero internacional SWIFT, también se le cortó a Venezuela la conexión con sus operaciones internacionales más importantes.

El Gobierno venezolano oculta las cifras del Banco Central, así como los índices económicos más relevantes, por lo cual es difícil estimar cuán afectada está PdVSA, y con ella, el Estado. Hace tiempo que el petróleo no es el factor económico de peso, como en épocas pasadas. En los últimos 20 años, la producción de crudo en Venezuela ha bajado de 3,3 millones de barriles a menos de 70.000 barriles debido a la corrupción, mala gestión y falta de inversiones. El comercio con petróleo a través de Rusia y otros países, como por ejemplo Irán, ha demostrado ser un importante salvavidas para el régimen de Maduro. Otra salvaguardia económica es el oro. Venezuela posee grandes reservas minerales en la cuenca del río Orinoco, en la que también Rusia ha invertido hace algunos años alrededor de 1.000 millones de dólares. Moscú participa en esa zona de más de 100.000 kilómetros cuadrados, donde se estima que hay unas 7.000 toneladas de oro, cobre, diamantes, hierro, bauxita y otras reservas. Un territorio muy disputado, ya que las minas son controladas, en parte, por organizaciones criminales. La presencia de grupos de la guerrilla colombiana en la región complejiza aún más el panorama. Entre un 70 y un 90 por ciento del oro se extrae y se negocia de manera ilegal, también con ayuda de funcionarios de alto rango. (…).

A nivel regional, la guerra en Ucrania encarecerá las materias primas, especialmente el petróleo y el oro. De eso podrían beneficiarse ciertos países, teóricamente, también Venezuela. A corto plazo, sin embargo, la presión aumentará a causa de la inflación, que aumentará más todavía por el alza de los precios de los alimentos. Venezuela depende de la importación de alimentos, especialmente del trigo de Rusia. Las sanciones podrían tener un efecto muy negativo sobre esas importaciones. Por otro lado, los observadores más optimistas ven esta situación una posibilidad de que la oposición en Venezuela aumente la presión sobre Maduro.”

«Cuba, en un difícil acto de equilibrio”

El periódico alemán Neues Deutschland se refiere a la reacción de Cuba ante la invasión rusa de Ucrania, reticente en cuanto a críticas, pero también al demostrar su apoyo: «Cuba se tomado tiempo con su reacción a la guerra iniciada por Rusia contra Ucrania. En una declaración publicada el sábado (26.02.2022), el Gobierno cubano hace responsable de la escalada a Estados Unidos y a la OTAN, debido a ‘un creciente acorralamiento militar’, y acusa a la alianza, apuntando a la guerra contra Yugoslavia, de ‘hipocresía y doble moral’.

‘El empeño estadounidense en continuar la progresiva expansión de la OTAN hacia las fronteras de la Federación de Rusia, ha conducido a un escenario, con implicaciones de alcance impredecible, que se pudo evitar’, escribió el Ministerio de Relaciones Exteriores cubano (Minrex).

‘No resulta posible examinar con rigor y honestidad la situación actual de Ucrania, sin valorar detenidamente los justos reclamos de la Federación de Rusia a los Estados Unidos y la OTAN y los factores que han conducido al uso de la fuerza y la no observancia de principios legales y normas internacionales que Cuba suscribe y respalda con todo vigor y son referencia imprescindible, particularmente para los países pequeños, contra el hegemonismo, los abusos de poder y las injusticias’, continúa el comunicado.

La mención de la no observación de principios legales y normas internacionales podría ser interpretada como una crítica al proceder de Rusia. ‘Cuba es un país defensor del Derecho Internacional y comprometido con la Carta de las Naciones Unidas, que siempre defenderá la paz y se opondrá al uso o amenaza de la fuerza contra cualquier Estado’, señala el Minrex. Asimismo, subraya que ‘fue un error ignorar durante décadas los fundados reclamos de garantías de seguridad por parte de la Federación de Rusia’. Rusia tiene, según el Ministerio cubano de RR. EE., ‘derecho a defenderse’.

‘Abogamos por una solución diplomática seria, constructiva y realista de la actual crisis en Europa, por medios pacíficos, que garantice la seguridad y soberanía de todos, así como la paz, la estabilidad y la seguridad regional e internacional’, asegura. Con lo cual intenta acto de equilibrio, ya que el Gobierno de La Habana se enfrenta a un dilema. No puede criticar el imperialismo de EE. UU. y la doctrina Monroe de 1823, con la que EE. UU. se declaró dueño de América, y, al mismo tiempo, aprobar la invasión rusa y la doctrina de Putin, que extiende la esfera de influencia de Rusia a todas las antiguas repúblicas soviéticas. (…).

Esto se ve agravado por el hecho de que Rusia es considerado por Cuba un socio estratégico. Ambos países han suscrito nuevos acuerdos económicos conjuntos en los últimos años. En una conversación telefónica, a fines de enero, Vladimir Putin y su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, expresaron su disposición a profundizar la ‘cooperación estratégica’ y ‘fortalecer las relaciones bilaterales’. En los últimos días, dos altos políticos rusos han visitado la isla.

En 2014, Moscú ya había condonado el 90 por ciento de la deuda de Cuba, de 35.300 millones de dólares. Sin embargo, sobre todo debido a los cuellos de botella de liquidez de La Habana, una gran parte de los proyectos económicos conjuntos acordados se está estancando. Con ese fin, Rusia ha enviado un total de 83 toneladas de ayuda humanitaria a la isla en los últimos dos meses, que se suman a las más de 200 toneladas del año pasado. Durante la pandemia de coronavirus, Rusia también se ha convertido en el socio más importante en el turismo, y ahora representa más del 40 por ciento de todos los huéspedes internacionales en la isla.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se posicionó, por su parte, con más claridad que La Habana. ‘¿Qué quiere el mundo? ¿Que el presidente Putin se quede de brazos cruzados y no actúe para defender a su pueblo?’, preguntó Maduro en un mensaje televisivo, en el que responsabilizó directamente al ‘imperio estadounidense’ y a la OTAN de lo que estaba sucediendo. (…).”

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